lunes, 22 de noviembre de 2010

Sin comentarios (XVII)




viernes, 19 de noviembre de 2010

Estamos de acuerdo... pero votaremos en contra

Imaginen que un grupo político en el Senado presenta una determinada moción sobre un asunto tan importante que puede incluso afectar a derechos declarados fundamentales por nuestra Constitución. Imaginen que un grupo de ciudadanos, con la palabra como única arma, pone reiteradamente de manifiesto su apoyo a esa moción. Imaginen que todos los grupos políticos restantes rechazan la moción porque, aun estando de acuerdo con ella, les parece degradante que esos ciudadanos -factores externos les llaman ellos-, debatan y opinen sobre el asunto. Pues dejen de imaginar porque eso es lo que sucedió el pasado 17 de Noviembre en el Senado de nuestro país.

El PP planteó una moción para instar al gobierno a garantizar la neutralidad de la red. Un nutrido grupo de internautas, a través de blog, artículos en prensa y redes sociales, siguieron muy activamente este asunto. Y cuando llegó el momento de la votación CC, PNV, CiU, Entesa y PSOE dijeron esto:

"Estando de acuerdo con el derecho del principio de neutralidad en la red, y de la exposición de motivos de esta moción, votaremos en contra de la misma porque factores externos que degradan la imagen y el trabajo de esta Cámara nos han impulsado a ello. Comprometiéndonos en el próximo Pleno a la presentación conjunta de una moción en el mismo sentido, e invitando al proponente y a su Grupo a unirse a ella."

!A ver si ya no se va a poder ni opinar, coño! En fin, todo muy democrático, todo muy vergonzoso, todo muy patético, todo para el pueblo pero sin el pueblo. Si Franco levantara la cabeza...


miércoles, 17 de noviembre de 2010

¿Demagogia? Y un mojón

El ahorro previsto por la congelación de las pensiones asciende, según el gobierno, a unos 1.500 millones de euros. En 2009, las televisiones públicas le costaron a los contribuyentes, los mismos que pagan esas pensiones, 2.134 millones de euros. Pues eso, las prioridades claras y el chocolate espeso.


martes, 16 de noviembre de 2010

Transparente opacidad

Ayer me llamó la atención una noticia en la que se afirmaba que, según una ONG denominada Transparency Internacional, Andalucía y Galicia lideran el primer índice de transparencia de las administraciones autonómicas.

Uno, que suele culebrear en busca de información por esas administraciones de Dios y que procura leer todos los días varios periódicos, anda bastante lejos de esa percepción, así que localicé la web de esa ONG para echar un vistazo al informe, más allá de estos sabrosos titulares: Andalucía la más transparente y Valencia la menos.

Lo primero que sorprende es que no se muestre -al menos yo no lo he encontrado-, un detalle del resultado de cada uno de los 80 indicadores utilizados, sino que sólo se aporte el dato global. Por ejemplo, en el apartado "B) Relaciones con los ciudadanos y la sociedad", Andalucía tiene una puntuación de 78,9 sobre 100, lo que significa que cumple 15 de los 19 indicadores que se detallan en la metodología utilizada, pero no se informa de qué 4 apartados incumple. Por otro lado, en el apartado "A) Información sobre la Comunidad Autónoma", Andalucía tiene la puntuación máxima, lo que implica que cumple todos los indicadores de ese epígrafe, uno de los cuales afirma: "Se publica el número, su evolución y la relación de cargos/puestos de confianza (asesores, etc.) de la Comunidad Autónoma, y el importe de las retribuciones totales de cada uno de los puestos". Si alguien encuentra esta información, que me la pase, por favor.

Y para rematar, en el resumen del informe me encuentro con este párrafo:

"Por otra parte, es importante recordar que en este Índice, lo mismo que ocurre en otros Índices de transparencia que elabora TI-España, sólo se valora si la información requerida está o no disponible, pero no se evalúa la calidad de la información publicada, ni tampoco la calidad de la gestión de los Gobiernos de las CC.AA."

Acabáramos.


domingo, 14 de noviembre de 2010

Al César lo que es del César...

Ahora que la visita del Papa ha puesto de moda -otra vez-, el debate sobre la financiación de la Iglesia y uno ve, lee y escucha a periodistas presuntamente solventes afirmar que, en España, a la Iglesia la financian sus fieles y no el Estado, he recordado esta entrada de hace año y medio.

Por cierto, hoy vuelve a las andadas el ínclito Anson en sus "Cartas boca arriba" animando a ERC a que se financie con las cuotas de sus afiliados al igual que hace la Iglesia con el 0,7% de los suyos. Cambias sindicatos por ERC y ya tienes el autoplagio, perdón, el artículo del domingo escrito. No sé para qué perdí el tiempo enviándole aquel correo electrónico...


sábado, 13 de noviembre de 2010

¡Esos cojones en Despeñaperros...!

Cuando alguien presta dinero a cambio de un precio, ese precio -el interés-, remunera no sólo la renuncia que hace el prestamista de disfrutar de bienes presentes a cambio de conseguir más bienes en el futuro, sino también la pérdida de valor del dinero con el paso del tiempo -la inflación-, o el riesgo de que el prestatario no le devuelva el préstamo.

Cuando una empresa está en dificultades y se declara en concurso de acreedores, sus proveedores y prestamistas suelen aceptar voluntariamente una quita -renuncian a cobrar parte de la deuda-, para que la empresa continúe su actividad, se recupere y cobren algo porque, en la mayoría de los casos, la alternativa es perderlo todo.

La canciller alemana Angela Merkel, esa peligrosa neoliberal que dirían algunos, quiere que los inversores de deuda pública de los países que quiebren hagan una quita y pierdan parte de su dinero. "No podemos estar explicando constantemente a nuestros votantes que los contribuyentes tienen que ser más responsables de ciertos riesgos que aquéllos que hacen un montón de dinero tomando esos riesgos", ha dicho.

A preguntas de los periodistas sobre la opinión que le merecen estas palabras, nuestro presidente ha respondido: "No estamos de acuerdo y no será fácil que prospere". Y, en efecto, no ha prosperado. De haberlo hecho, los inversores, a quienes nuestros gobernantes no pueden retorcerles el brazo como a los sufridos contribuyentes, huirían despavoridos de aquellos países poco serios, manirrotos, despilfarradores y poco solventes... como España. ¿Ustedes no lo harían? Pues eso.

Como dijo el mozo de espadas del Gallo, ¡esos cojones en Despeñaperros...!


domingo, 7 de noviembre de 2010

De donde ya no hay...

Resulta decepcionante leerle a Felipe González en El País de este domingo párrafos como éste:

"El sistema no tiene marco regulatorio, está librado a su propia fuerza, sin una alternativa que lo contenga, y se confía en esa mierda de la mano invisible del mercado que lo convierte en un casino sin reglas. Es peor que el casino porque el casino tiene reglas"

O este otro, en respuesta a la pregunta de cómo es posible que estuviera a punto de nombrar ministro a Roldán:

"Yo no le conocía, no tenía trato con él [...] Yo no me reuní nunca con él, nunca mantuvimos una conversación"

La verdad es que la entrevista no tiene desperdicio.


lunes, 1 de noviembre de 2010

Que conste que a mí me gustan maduritas...

Me cae bien Dragó. Y aunque me cayera mal. He leído sus libros, y hay algunos verdaderamente buenos. Otros son bastante mediocres. Muchas veces no estoy de acuerdo con lo que dice, pero me gusta la valentía con la que habla, la libertad con la que piensa y la cobardía con la que le responden. También a veces es un poco bocazas y fantasmilla, sí, ¿y qué? Ya saben aquello de que quien esté libre de culpa...

Colgó hace unos días en su blog una explicación sobre el episodio ese de las presuntas menores en Japón cuando él tenía poco más de treinta años, y ya van más de seiscientos comentarios poniéndolo a parir. Sin censura. Sin réplica. Las librerías retiran su libro. Lo quieren echar de la televisión. Y hasta lo quieren expulsar de las calles.

Hoy mismo leo en la prensa que el ayuntamiento socialista de Aljaraque quiere borrar su nombre de una plaza del pueblo mediante una moción que afirma, entre otras cosas, que "esa jactancia de relaciones ilícitas (pueden haber prescrito jurídicamente, pero no éticamente) con niñas, a las que da, desde el desprecio hacia otro ser humano, un calificativo inaceptable, solo retrata al autor de los hechos y del relato...". Dos cuestiones llaman poderosamente la atención de ese párrafo. La primera, que resulta obvio que cuando le pusieron el nombre a esa plaza, ninguno de quienes tomaron aquella decisión había leído la obra de Dragó ni conocían su pensamiento y que, probablemente, los que ahora se lo quieren quitar, tampoco. La segunda, que otro gallo nos cantaría si la clase política se aplicara a ellos mismos las razones éticas de manera tan contundente, sobre todo cuando no hay razones jurídicas. "Pueden haber prescrito jurídicamente, pero no éticamente", dicen los mismos, los unos y los otros, que para mantenerse en el poder se defienden gritando que son inocentes mientras un juez no diga lo contrario.

Si es o no cierto el episodio y hasta dónde llegó el trajín, Dragó lo sabrá, pero más allá de que haya sido una fantasmada, no parece que el asunto debiera dar para tanto. ¡Hipócritas!